Dicen que los regalos que nos hacen más felices son aquellos que no esperamos recibir,este es uno de ellos. Por no reservar por anticipado no pude regresar a Santiago,pero al quedarme un día más tuve un día de contacto con la naturaleza marina...Es un regalo que me renovó y revitalizó,
sentí a Dios rodeandolo todo,el sol sobre mi piel,el viento jugando con la tela de mi vestido y el perfúme del mar... Gracias Hidalgo Total! =) improvisar nos refresca y la naturaleza nos abre portales...
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